viernes, diciembre 16, 2005

Familiares y amigos despiden a Julián Marías



El filósofo Julián Marías fue enterrado hoy en el cementerio madrileño de la Almudena, pasadas las dos de la tarde, en un acto íntimo al que únicamente asistieron la familia y los más allegados, y que estuvo precedido de una ceremonia religiosa que contó con la presencia de la ministra de Cultura, Carmen Calvo.

Los restos mortales de Marías, fallecido ayer a los 91 años a consecuencia de una larga enfermedad, llegaron al cementerio de la Almudena procedentes del tanatorio de la Paz, en Tres Cantos, donde desde ayer por la mañana se instaló la capilla ardiente.

Horas antes de salir el coche fúnebre con sus restos, se celebró una misa en su memoria a la que asistieron sus cuatro hijos, Miguel, Fernando, Javier y Alvaro, así como otros familiares a los que quisieron acompañar el director de la Real Academia de la Lengua, Víctor García de la Concha; el presidente de la Fundación Ortega y Gasset, Antonio Garrigues Walker; el cineasta José Luis Garci, y el letrado Eduardo Torres Dulce, entre otros.

El sacerdote que ofició esta misa recordó en su homilía la "fuerza que daba Marías para vivir" y su certeza con Dios, cuando decía "sé que el Señor vive".

Antes de celebrarse esta misa, también quisieron acercarse a dar el pésame a la familia del pensador, heredero de Ortega, el periodista y editor Javier Pradera, y Víctor García de la Concha.

Personas que se suman a los representantes del mundo de la política y la cultura que ya ayer dieron su adiós a Marías, como el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón; la presidenta de la Comunidad madrileña, Esperanza Aguirre; el filósofo Fernando Savater, o el historiador Juan Pablo Fusi.

La ministra de Cultura, que estuvo acompañada por el secretario general de Educación, Alejandro Tiana, señaló tras salir de la capilla, y después de hablar con el hijo del fallecido, el escritor Javier Marías, que había venido a acompañar a la familia y a trasladar el afecto del Gobierno "a través de mi persona".

"He venido a acompañar a la familia. Marías fue una importante persona para la historia de España, un importante pensador, un grandísimo discípulo de Ortega y un hombre que analizó muy bien la sociedad y su propio espacio vital que era España".

"A Marías le ha pasado como a tantos otros intelectuales y artistas importantes, que han sido producto de un siglo XX muy duro para los españoles. Unos han estado en el exilio y a otros se les ha conocido muchos años después, sin que ni siquiera hayan podido publicar en España".

Todos, dijo Carmen Calvo, "han padecido la falta de normalidad de un país que no tenía que haber tenido una guerra tan impresentable como la guerra civil española, y una dictadura tan impresentable como la dictadura española. En ese sentido, todos, incluso Marías, han formado parte de esa anormalidad tan dolorosa".

En cuanto a lo dicho ayer por Javier Marías, en relación a la falta de reconocimiento institucional que había tenido su padre por parte de todos los gobiernos, la ministra añadió que a ella le habría gustado que el autor de La historia de la filosofía hubiera recibido un premio nacional, "no ahora, sino hace cinco, seis o diez años", pero que ella no manda en los jurados.

Y añadió que en España "nuestro deporte favorito no es la envidia sino la ingratitud. No somos un país que nos guste objetivar y reconocer".

Terra Actualidad-Efe
, 16 de diciembre de 2005