lunes, diciembre 12, 2005

PASEN Y LEAN: Banquo mete un gol

Odio el balompié. Lo detesto con esa intensidad irreductible y sospechosa con la que se odia lo cercano, lo familiar, lo que constantemente nos roza con la punta de su ala negra y ominosa. Maldigo esas noches en que no hay manera de enterarse de lo que sucede en el planeta porque todas las emisoras del dial están simultáneamente tomadas por las respectivas crónicas de un partido en el que parece jugarse el futuro del mundo. Abomino del balompié porque lo identifico con los tristes, monótonos, aburridos domingos de mi infancia, cuando mi padre se encerraba a ver los partidos en blanco y negro y se convertía en Mr. Hyde: un hombre tan fino y admirable, que nunca decía una palabra más alta que otra, y que, sin embargo, de repente se llenaba de ira y, ante un fallo de su equipo, exclamaba, por ejemplo, «¡Puskas, que te pesa mucho el culo!» Habría sido mejor que a estas alturas ya me hubiera rendido, como algunos colegas que, hartos de nadar contra corriente y de no poder hablar con nadie al día siguiente de un «encuentro», se han ido acomodando al mainstream galáctico. Otros, incluso, se han convertido en auténticos filósofos del fútbol: gente capaz de hablar de un partido resaltando las cualidades dramáticas de cierta jugada, como si se tratara de la escena en que el espectro de Banquo aparece en el banquete de Macbeth. Amigos que han aprendido a reconocer a los jugadores ?antes de poder leer su número? por cómo se mueven en el campo, o que intentan atraerte a su terreno con argumentos como que el himno de la selección alemana lo compuso Haydn. Ahora, para sumirme más en la desesperación, me llega el programa literario con que los alemanes van a complementar los fastos de su próximo mundial, y que se inicia con un «encuentro internacional de literatura» que tendrá lugar en Berlín del 19 al 21 de enero. Entre los participantes, que serán recibidos por un tal Beckenbauer ?creo haberle oído el nombre a mi padre? estarán ?¡ay!? algunos escritores que respeto: Peter Esterházy, Ugo Riccarelli, Mario Vargas Llosa, Henning Mankell, Ryszard Kapuszinski, el poeta coreano Ko Un, Tim Parks, Javier Marías (que ya ha declarado que su equipo favorito para este mundial es Trinidad-Tobago por proximidad geográfica con el Reino de Redonda), y otros de esa laya, hasta completar «un equipo de 11 autores mundiales». Ya ven. Ni en mi biblioteca me puedo sentir seguro.

MANUEL RODRÍGUEZ RIVERO

Abc de las artes y las letras
, 10 de diciembre de 2005