miércoles, marzo 01, 2006

Un europeo de veras

Quizá no sea fácil ser europeo cuando los nacionalismos pequeños dan aún tanto la vara. Y eso que, evidentemente, no se trata de prescindir de nada, sino de saber aglutinar todo hacia arriba, y cuanto más mejor.

Los españoles, cierto, no siempre hemos sido agradecidos con nuestros antiguos visitantes que, pese al amor, no tenían otro remedio que sacar a relucir defectos. Pero era hora que se hiciera alguna justicia con el hispanófilo-italo-británico que les voy a presentar. Estamos en pleno siglo XVIII, pero el modelo pudiera y debiera ser de hoy mismo.

Giuseppe Baretti nació en Turín (Italia no estaba aún unificada) en 1719 y murió en Londres en 1789, cuando empezaba la Revolución Francesa. Como buen ilustrado nuestro Baretti estaba interesado en todo o casi, y le gustaba decir las verdades finas, aunque escocieran.

Su poesías satíricas (en italiano) le crearon muchos enemigos en su tierra y en la aledaña Venecia. Ello le llevó a Inglaterra –donde se afanó en su lengua- y a la amistad con otro personaje culto y buscador, que tampoco tenía pelos en la lengua, el doctor Samuel Johnson. Años después quiso regresar a Italia y lo hizo por tierra.

De ahí surge el libro que primero en italiano (incompleto) y después en inglés, sería Viaje de Londres a Génova, a través de Inglaterra, Portugal, España y Francia (recién traducido, por vez primera al español, en edición de Soledad Martínez de Pinillos Ruiz, bajo el sello de Reino de Redonda, guiado por Javier Marías). Claro que las tensiones en su península le devolvieron a Inglaterra.

Ocurre que la parte española es la más amplia del buen tomo, porque a Baretti le atraía mucho lo español, lengua que entendía y hablaba desde antes del viaje que se repetiría. Prologuista y parcial traductor del Quijote (abandonó la empresa), prologuista asimismo del Fray Gerundio del padre Isla, jesuita expulsado al que conoció en Italia, Giuseppe Baretti es además el autor del primer Dictionary Spanish and English, and English and Spanish (1778), tarea más que notable no sólo por lo bien hecha, sino porque ninguna de esas dos lenguas era la materna del signore Baretti.

No contento con esto –hombre de tantas lecturas- escribió en francés una defensa de Shakespeare contra Voltaire, Discours sur Shakespeare et sur Monsieur de Voltaire, aparecido a la vez en París y Londres.

Claro que en su viaje por esa España que quiso no pudo dejar de constatar –otra vez- el desolador panorama de la decadencia, atraso y pobreza de nuestro país. ¿Cómo era posible que la nación que había gobernado el mundo viviera cerrada y sucia, como vivía? ¿La Inquisición? ¿La Iglesia que tanto prohibía? Baretti fue un personaje singular y autárquico, amante de todo saber, liberal y genuino europeo. No se lo pierdan.

LUIS ANTONIO DE VILLENA

El Mundo
, 18 de enero de 2006