martes, abril 04, 2006

Cabra en Hollywood

Ya conocen ustedes el chiste de la cabra que come celuloide en Hollywood: "Me gustó más el libro". Javier Marías habló el domingo por la noche (TCM, en Digital +) de los libros que se hacen cine, abriendo la serie A libro abierto. Después de escuchar a Marías, este domingo pudimos ver una película pobladísima de libros, La carta final, basada en 84 Charing Cross, de Helene Hanff (Anagrama). Una historia de amor por los libros... y por los libreros, que además ha sido llevada al teatro en España por Isabel Coixet. Marías -da gusto oírle, sosegado, informado: ¿por qué no hará televisión Javier Marías?- se refirió a otras películas que no desmienten el chiste de la cabra pero que ennoblecen la experiencia del cine. Habló, por ejemplo, de la versión de Bajo el volcán (Malcolm Lowry) que hizo John Huston o de la de Madame Bovary (Flaubert) que firmó Vincente Minelli. Deploró esas adaptaciones (de Dickens, de Austen) que son meras ilustraciones de los libros, e hizo un canto a esos años dorados del cine que todos identificamos con el blanco y negro. Muchos autores temen que las versiones cinematográficas de sus libros interrumpan la imaginación que prolonga la lectura; los cuentos fueron durante años materia prima de grandes adaptaciones, y ahora, recordó Marías, Francis Ford Coppola estimula a creadores (entre ellos al propio autor español) a escribir cuentos que un día pueden ser carne de celuloide.

Fue esta emisión en la que Javier Marías se hizo cine un buen momento de televisión. Para mí fue prólogo de un desconcierto: vi en La Sexta un documental que adelantaba el primer debate orquestado por Helena Resano. El documental era sobre un instituto de Madrid, y debía dar para hablar de la situación en la educación secundaria. Un buen asunto, un interesante documental. Pero era de hace tres años. Ponerlo al día hubiera sido un homenaje a su importancia. No sé qué hubiera dicho la cabra.

JUAN CRUZ

El País, 4 de abril de 2006