lunes, noviembre 13, 2006

Crónica: JAVIER MARÍAS-DEBOLS!LLO




El día 2 de noviembre, en la pequeña sala que la FNAC tiene en su centro de Callao (Madrid), con un aforo de 50 personas sentadas (incluidos los conferenciantes) y unas 100 de pie, los lectores de Javier Marías (y algún curioso que pasaba por allí) asistimos acalorados bajo los focos a la presentación de la nueva edición de bolsillo (muy cuidada por Carme López y María Casas, y prologada por Elide Pittarello) de sus obras, bajo el sello de la editorial DeBolsillo.

En conversación con Ramón Reboiras, que leyó un texto que había escrito para la ocasión, titulado “La señorita de Oxford”, y por los lectores que le hicieron las preguntas más dispares, Javier Marías habló, se rió y emocionó a lo largo de hora y media.

El autor nos contó que esta reedición era una buena ocasión para reencontrarse con libros que en gran medida va olvidando, y para ver cómo es recibida su obra por los nuevos lectores que se acerquen por primera vez a ella.

Cree que su literatura no es elitista, que los temas de sus novelas pueden interesar a cualquiera, y que tocan asuntos que a él le atañen o le preocupan en su propia vida.

Considera que en España ha tenido mejor recepción entre los lectores que entre lo que podríamos llamar el establishment en general y que si no hubiera tenido tan buena prensa en el extranjero, en España su posición sería muy inferior a la que tiene.

Para él es natural hablar de Oxford y de Inglaterra por haber vivido allí y porque tiene muchos amigos, y algunos de ellos han aparecido en sus novelas, como el personaje de Tu rostro mañana que ha sido espía británico. Algunas de sus novelas transcurren en España o hay muchos personajes españoles en ellas, además de tocar temas como la Guerra Civil.



Nos confesó que sentía debilidad por Negra espalda del tiempo porque había sido poco comprendida, aunque no era su obra favorita. Nos adelantó que en la tercera parte de Tu rostro mañana que está escribiendo aparece un personaje de Corazón tan blanco “bastante repugnante y a la vez un poco atractivo”.

Hablando del éxito de Corazón tan blanco en Alemania, donde se han vendido más de un millón de ejemplares, piensa que hoy en día este libro atraería a menos lectores.

Habló de la influencia de otros escritores (muertos) en su obra. Fomenta a algunos y a otros los rechaza porque pueden ser muy pegadizos. Lo que sí le ha influido notablemente ha sido su labor de traductor y considera que los traductores no sólo son lectores privilegiados sino también escritores privilegiados que vuelven a “reescribir” la obra que tienen entre manos. El traducir a los 26 años el Tristram Shandy de Sterne le ha influido en toda su obra, en especial “el tratamiento del tiempo, el suspender o acelerar el tiempo”.

Como articulista piensa que no es sermoneador, procura evitar una actitud moralizante, y lo que hace es opinar y señalar, aunque a veces, reconoció, se le vaya la mano…



Habló de la palabra, de cómo la lengua y el pensamiento están totalmente vinculados. Cómo el lenguaje es uno de los factores de información más provechosos y útiles que tenemos para saber con quién nos vemos las caras. Su truco para poder conocer a una persona y no equivocarse en su juicio es fijarse en su forma de hablar, qué palabras emplea, qué expresiones utiliza.

Recordó emocionado a su padre, y la contradicción a la que se tuvo que enfrentar de no aceptar entrar en la RAE hasta que su padre no estuviera ya, sabiendo la ilusión que a éste le hacía que su hijo fuera académico.

Aunque nos hizo una confesión, ser el coautor de la frase de promoción de Love story, no desveló la razón de por qué se llaman Luisa algunas mujeres de sus novelas.

Y, por supuesto, al final firmó muchos libros.

TINA RED

Fotos: Marga Gutiérrez