viernes, febrero 02, 2007

En primera instancia. Sala Segunda de lo periodístico

Han sido vistas las diligencias seguidas contra D. Javier Marías a instancia de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) y ha sido probado y así se declara como:

HECHOS PROBADOS

1.- Que D. Javier publicó un artículo de opinión (El País Semanal, 21-I-07) en el que censuraba actitudes hostiles e incívicas de algunos asistentes a una manifestación de la AVT. Ítem más: que D. Javier expresaba también su opinión de que la AVT, “desde que el señor Alcaraz se puso al frente”, le parece beligerante, politizada y poco razonable. Ítem más: que lamenta D. Javier este (a su parecer) hecho en su artículo y el daño que en su opinión causa a la propia AVT. Ítem plus: que en su artículo, D. Javier no asegura que los perpetradores de las conductas reprobables fueran miembros de la AVT, sino que de forma explícita matiza: “no fue la única víctima de las Víctimas, o sus jaleadores”.

2.-Que al citado artículo de opinión, la AVT no ha respondido con una opinión en sentido contrario o una refutación. Ni mucho menos: ha interpuesto una querella judicial acusando a D. Javier de un delito de injurias.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

Los hechos probados han sido calificados por el ministerio fiscal como constitutivos de un delito de injurias. D. Javier, académico de la Española y escritor de reconocido prestigio, ha expuesto una opinión contraria a la actitud y conducta que ha ido adoptando la AVT desde que la preside D. Francisco José Alcaraz. Y lo ha hecho como es habitual en los artículos de opinión al menos desde los tiempos de Larra: a partir de una anécdota personal (real o inventada, pero verosímil en cualquier caso) que da pie a la reflexión de alcance más general. Así mismo, como es habitual al menos desde los tiempos de Quevedo, ha expresado su opinión con contundencia verbal, utilizando palabras como “energúmenos” o “guerracivilistas” y realizando una comparación con la guerra civil. En todo ello no se aprecia el menor indicio de ilícito penal, antes bien: se trata de la conducta habitual en los escritores que expresan una opinión y no se aprecia en ella ni ánimo de ofender ni falta de respeto, y mucho menos si se comparara el tono de D. Javier con una emisión al azar de la Cope o un artículo cualquiera del Sr. Jiménez Losantos. En la anécdota que D. Javier relata tampoco se aprecia en absoluto el requisito legal de haberse llevado a cabo “con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio a la verdad”. Tenga o no razón, D. Javier tiene derecho a opinar que la AVT promueve el enfrentamiento (que es lo que se entiende por una actitud “guerracivilista”) o de opinar que, bajo la dirección del Sr. Alcaraz, la AVT se encuentra “espiritada o endemoniada” (que es como define nuestro Diccionario de Autoridades la voz “energúmeno”). En cambio, lo que sorprende (e incluso apena) a este tribunal es la reacción de la AVT al contestar a una opinión con una querella judicial. Al hacerlo parece perseguir un único fin: dar la razón a D. Javier, ya que esta respuesta desproporcionada y zafia es conducta propia de energúmenos, es decir, de una “persona furiosa, alborotada” (Diccionario académico) o de la que “está muy encolerizada o que se pone así con facilidad” (María Moliner), o bien “se expresa con violencia o con extremismo, por ejemplo hablando de política” (María Moliner).

ACUERDO

Que debo absolver y absuelvo con todos los pronunciamientos favorables a D. Javier del delito de injurias que se le imputa.

Que debo iniciar diligencias para que se procese de inmediato a la AVT y a su presidente por los delitos de energumenismo al cubo, atentado contra la libertad de expresión, uso frívolo y obtuso del sistema judicial y quebrantamiento malicioso de la pacífica convivencia intelectual. Otrosí: este tribunal manifiesta su solidaridad con D. Javier a este respecto. También defiende y protege su derecho a opinar con la contundencia que considere conveniente y sobre todo aquello que se le antoje y expresa su más firme repulsa a la reacción cizañera, improcedente e inquisitorial de la AVT.

Así lo pronuncio, mando y firmo

Rafael REIG

El Cultural, El Mundo, 1 de febrero de 2007