martes, mayo 22, 2007

Javier Marías afirma que “en este país de cerrazón y griterío es muy fuerte la tentación de callarse”

El escritor Javier Marías lleva doce años publicando semanalmente artículos en los que opina sobre los temas más diversos y, de momento, no tiene intención de dejar de decir lo que piensa, aunque "en este país de cerrazón y griterío es muy fuerte la tentación de callarse, y antes o después sucumbiré a ella". Así lo afirma Marías en la introducción de su libro Demasiada nieve alrededor, que reúne los artículos publicados en El País Semanal entre febrero de 2005 y el mismo mes de 2007. En ellos habla siempre con sinceridad, sin tapujos, aunque luego le envíen "una pila de cartas llenas de insultos feroces, a menudo firmadas por notarios, abogados y jueces coléricos"

Editado por Alfaguara, este libro llega tras el que recogía los textos publicados en este mismo dominical, con el que empezó a colaborar en 2003, y tras los volúmenes que incluían los aparecidos durante los ocho años anteriores en El Semanal.

Al releer los artículos de estos dos últimos años, Marías, uno de los novelistas españoles de mayor prestigio internacional, se da cuenta de que hay cuestiones en las que insiste, y aunque pide disculpas por "las inevitables repeticiones", asegura en la introducción del libro que éstas no son sólo culpa suya.

"Si los que escribimos en prensa nos repetimos, es en buena medida porque la realidad española se repite infatigablemente, con una tendencia enfermiza a no escuchar ni enmendarse casi nunca, todavía menos a reconocer un error o una falacia o a disculparse por ellos", afirma Marías (Madrid, 1951).

En esta actitud de 'fingir no haberse enterado', "son nuestros políticos los que se llevan la palma, pero no son los únicos en adoptarla", añade este escritor cuya obra está traducida a una treintena larga de idiomas, con más de cinco millones de ejemplares vendidos en todo el mundo.

Si las novelas de Marías permiten adentrarse en uno de los universos literarios más sugerentes de las últimas décadas, sus artículos sirven para conocer sus opiniones sobre temas tan dispares como la política o el terrorismo, la Iglesia Católica, la literatura, el cine, el fútbol o el tremendo ruido que hay en las ciudades españolas y del que él se queja con frecuencia.

Con sinceridad, sin tapujos y a pesar de las cartas de los lectores

En el casi centenar de artículos de Demasiada nieve alrededor, Marías habla siempre con sinceridad, sin tapujos, aunque luego le envíen "una pila de cartas llenas de insultos feroces, a menudo firmadas por notarios, abogados y jueces coléricos", como cuando critica cada primavera las molestias que le causan la Semana Santa y "sus ocho mil procesiones".

De la Iglesia Católica escribe que "parece haber olvidado que ninguna religión ha subsistido cuando ha dejado de hacer falta, o, mejor dicho, cuando los hombres han dejado de creer en sus preceptos primero, en su doctrina luego, y finalmente en sus deidades".

El presidente estadounidense, George Bush, no es santo de su devoción, y Marías lo deja claro con frecuencia. Cuando se cumplieron los dos años de la Guerra de Irak y un año de los atentados del 11M de Madrid, se extrañaba el escritor de que, después de que "Bush y los suyos" reconocieran que en Iraq no había armas de destrucción masiva, el 56 por ciento de los americanos siguiera creyendo que sí las había y el 61 por ciento que Sadam tenía vínculos con Al Qaeda, según reflejaban encuestas de aquella época.

"Si Bush ha sido reelegido por gente tan desinformada, o tan deseosa de permanecer engañada, cabe preguntarse si esa reelección tiene alguna validez moral o es respetable. En cualquier otra época, un hombre que desencadena una guerra con mentiras o por error (tanto da), se habría visto obligado a abandonar la política", afirma Marías en el artículo “Por arte de magia y desvergüenza”.

En su opinión, un año después del 11M, y al ver que el PP "sigue empeñado en convertir una mentira en verdad": la de que los atentados fueron cometidos por ETA, Acebes, entonces ministro del Interior, "debería estar asimismo retirado de la política".

El ruido es uno de los temas predilectos de Javier Marías. Toda España es ruidosa, pero Madrid "se lleva en esto la palma", afirma el escritor, que tenía la esperanza de que cuando Alberto Ruiz-Gallardón llegó a la Alcaldía, como buen melómano que es, "amara el silencio".

"Pero se conoce que, más que cualquier otra afición o tendencia, pesa la excitación de verse, con casco, dirigiendo tuneladoras, martillos neumáticos y taladradoras, en permanentes viajes falsos hacia el centro de la Tierra", escribe en “La temporada sádica”.

Marías es un gran aficionado al fútbol, y esa pasión le aflora con cierta frecuencia en sus artículos, como también la que siente por el cine, la literatura y la música.

ANA MENDOZA

Efe/Estrella digital , 21 de mayo de 2007