jueves, junio 12, 2008

Presentación, en la sede madrileña de Círculo de Lectores, de Aquella mitad de mi tiempo


[Foto: EFE/Víctor Lerena]

Javier Marías desecha escribir sus memorias porque la vida del escritor no suele ser "apasionante"

Javier Marías no escribirá "nunca" sus memorias o su autobiografía, porque cree que "la vida del escritor, salvo excepciones, no es particularmente apasionante", razón por la que cobra especial interés el libro Aquella mitad de mi tiempo, que reúne sus artículos más personales de los últimos 21 años.

"Este libro puede producir el efecto de una autobiografía pudorosa, involuntaria y llena de reservas. En él se ve mucho cómo soy como persona", aseguraba hoy Marías al presentar el volumen que acaba de publicar Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores y que, además de sus artículos, contiene también una larga entrevista, inédita en castellano, que el escritor concedió a The Paris Review.

La familia, sus años de infancia, sus amigos, los inicios como novelista, los escritores que más le han influido y las personas desaparecidas, a las que él sigue teniendo "muy presentes", desfilan por las páginas de esta obra en la que, sin embargo, el lector no hallará nada de la vida sentimental de Marías, que en eso del amor fue "tan precoz" como en la literatura. "Mi vida amorosa ha sido bastante variada; he solido estar enamorado casi siempre, pero, por pudor, no hablo nunca de ello", señalaba el novelista, que, consciente de que todo lo personal es "un material sensible que se presta al sentimentalismo y a la cursilería," procura escribir sobre ello de forma "sobria, contenida y con entereza".

"Yo, de la cursilería, huyo como de la peste", subrayó Marías, quien considera "un recurso de mala ley" tratar de emocionar al lector "con frases nostálgicas y sentimentales". Sobriedad y contención hay, por ejemplo, en el artículo que da título al libro, "Aquella mitad de mi tiempo", y que Marías escribió en 2004 cuando se dio cuenta de que hacía 26 años que su madre había muerto y de que él tenía ya el doble. Es decir, llevaba ya "tanto tiempo sin ella en el mundo como con ella", y eso le produjo "una enorme extrañeza", sobre todo porque "la cuenta del tiempo sin coincidencia" no ha hecho más que aumentar desde entonces.

Este nuevo libro de Marías, que lleva un prólogo de su hermano Miguel y en el que los artículos han sido "rastreados" y reunidos por Inés Blanca, constituye también "un homenaje a la gente de una generación que se está terminando y que ha sido particularmente extraordinaria". Ya de adulto, Marías se dio cuenta de que muchos de los ancianos que habían desfilado por su vida habían sido "republicanos" y pertenecían por tanto a "los perdedores de la guerra". "Su vida no fue fácil, pero lejos de estar amargados, eran gente risueña y de enorme ánimo".

Su padre, el filósofo Julián Marías, figura entre esos republicanos que fueron "represaliados" en la dictadura. Al terminar la guerra "fue denunciado por su mejor amigo" (Marías escribe también sobre ese episodio en su novela Tu rostro mañana), "pasó un tiempo en la cárcel y pudo ser fusilado". Pero no fue sólo en la dictadura. Como escribe en el artículo "El padre" (1994), Julián Marías "ha sido más bien ignorado por esta etapa democrática, por los herederos de Julián Besteiro. No ha tenido reconocimientos oficiales, igual que en tiempos de Franco. Ni siquiera un mísero Premio Nacional de Ensayo".

En Aquella mitad de mi tiempo el escritor reivindica también la necesidad de mantener presentes a las personas desaparecidas". Él las tiene siempre "muy presentes" y las lleva "incorporadas". "Son parte de mi vida", aseguraba hoy.

Al autor de Corazón tan blanco no le gusta demasiado el género biográfico y no cree que "a nadie se le ocurra escribir una biografía" sobre él, porque ese tipo de libros se deben hacer sobre "gente verdaderamente importante como David Beckham o Maradona", bromeaba. "Ellos mueven a millones de personas que se sientan ante el televisor para verlos. Nadie se sienta frente al televisor para ver a un escritor, salvo alguna excepción", añadía Marías.

EFE, 12 de junio de 2008



Javier Marías recopila sus memorias "involuntarias e improvisadas" en Aquella mitad de mi tiempo. Al mirar atrás

El escritor Javier Marías publica Aquella mitad de mi tiempo. Al mirar atrás (Galaxia Gutenberg/ Círculo de lectores), una selección de sus artículos de carácter más personal. Para el autor de la afamada trilogía Tu rostro mañana, este libro es, "si acaso, uno de memorias involuntarias" porque "responde más bien a una aglutinación de artículos dispersos, escritos en distintas etapas de mi vida, pero con la que reconozco que, al final, se vislumbra cómo soy".

Marías sentenció que nunca escribirá su autobiografía porque "en escritores suele ser un síntoma de agotamiento creativo" y porque tampoco cree que su vida sea "lo suficientemente singular ni apasionante como para hacerlo", aclaró. Aquella mitad del tiempo incluye asimismo varios textos inéditos, "dos falsos diarios" que escribió para un periódico alemán, y por encargo para las libretas Moleskine, así como la traducción de una larga entrevista publicada en The Paris Review.

El director general de Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, Joan Tarrida, apuntó que se trata de un libro en el que el recién miembro de la Real Academia "habla sobre sí mismo, su familia y sobre las personas que ha ido conociendo a lo largo de su vida que le sirven de anclaje para reflexionar sobre el paso del tiempo, el papel de la memoria y otros aspectos humanos que le interesan o preocupan". "Aquella mitad de mi tiempo permitirá al lector adentrarse un poco más en la persona de Javier Marías más allá de su faceta de escritor", afirmó.

PUDOR, CONTENCIÓN Y ENTEREZA

Sin sentimentalismos, ni recursos fáciles y cursis que apelen a la nostalgia exacerbada -continuó Torrida-, Marías describe su infancia, y sus inicios como escritor, muy ligados a la figura de Juan Benet. Torrida marizó que el escritor "narra aspectos vitales pero con pudor y contención, lo que le lleva a omitir su vida sentimental o amorosa".

Aunque se trate de un material sensible, "lleno de afectos", que incluye referencias a grandes pérdidas para el autor, como la de su madre, la del escritor Juan Benet y la de un compañero que se suicidó, Marías resaltó que ha huido del sentimentalismo "para narrarlo con una especie de cosa antigua que se llama entereza".

En esta misma línea, Marías resaltó que Aquella mitad de mi tiempo es también "un intento de reivindicar la memoria de aquellas personas que han sido vitales en nuestras vidas, que nos han marcado y que continúan presentes en nosotros". El escritor consideró que en la actualidad la gente no soporta el dolor ni las pérdidas, y busca para evitarlo relegarlo todo al olvido. "Creo que esto es un error porque el sufrimiento es parte de la vida y hay que aprender a convivir con él", añadió.

La presente recopilación de textos tiene muy presente a las mujeres, "a las viejas", como el escritor las califica. Su madre, su tía abuela, su tata, mujeres que, para el autor, "son las verdaderas transmisoras de historias". "Se trata de una generación de personas que se está terminando pero que ha sido particularmente extraordinaria", sentenció. En su entorno familiar había muchas mujeres republicanas "que habían llevado una vida muy dura, exiliadas y represaliadas pero a pesar de esto, eran personas con un ánimo enorme y un gran sentido del humor", comentó.

Por otra parte, el autor apuntó que también se baraja la posibilidad de recopilar sus artículos referidos al lenguaje, que confiesa haber escrito "de vez en cuando como homenaje a Lázaro Carreter". En lo referente a la reciente propuesta de la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, de incluir la palabra miembra en el diccionario, Marías señaló que "cada uno es libre de hablar y escribir como quiera, y de juzgar cómo los demás hablen y escriban". "Para lo que uno no es tan libre es para imponer a nadie cómo tiene que hablar, ni siquiera la RAE", concluyó.

Europa Press, 12 de junio de 2008




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[Foto: Bernardo Pérez]