Recuerdos de este fusilero
Benjamin Harris (1781-1858) formó parte del 95° Regimiento de Fusileros y con él combatió en España integrado en el ejército del duque de Wellington durante la Guerra de la Independencia. Este libro es un conjunto de recuerdos de su vida como fusilero, dictados a un antiguo capitán de infantería que se convirtió en su amanuense (Harris era analfabeto) y editor años después de regresar a la vida civil.
En España no existen documentos de este tipo de ese periodo, lastimosamente, pero la mirada de este hombre sobre la guerra, sin otra intención que la de hilar una serie de anécdotas sobre la vida del soldado en campaña y de los enfrentamientos feroces entre franceses e ingleses, pues los españoles apenas si aparecen de refilón, es una mirada impresionante en lo que tiene de testimonio sobre la dureza y brutalidad a ras de suelo y de grado de una guerra decimonónica. El relato es llano y directo y corresponde a una mente simple y valerosa que acepta la guerra, con sus atroces escenas y penalidades sin cuento, como un hecho inevitable.
El valor de este relato, tan entretenido como dramático, es el de entregar sin tapujos el punto de vista del soldado raso y patriota. Este aspecto del orgullo patriótico es singular como documento y testimonio de la mentalidad de una época. La relación, por ejemplo, de la penosa retirada hacia La Coruña se convierte en un ejercicio de supervivencia hasta el límite de la vida. De hecho, es la moral de la supervivencia la que se impone a todo otro valor en un ejercicio espeluznante y ejemplar de realismo vital, lo que no empaña el compañerismo, el dolor y la compasión, pero siempre subordinados a la supervivencia.
En su conjunto, un cuadro vivo de escenas reales, convertido en historia y experiencia a la vez, ciertamente ejemplar.
JOSÉ MARÍA GUELBENZU
El País, Babelia, 6 de septiembre de 2008
HIMNO DE REDONDA
Himno Nacional de Redonda, compuesto por Leigh Henry (1949) y cantado por Nicholas Clapton (2001)
En España no existen documentos de este tipo de ese periodo, lastimosamente, pero la mirada de este hombre sobre la guerra, sin otra intención que la de hilar una serie de anécdotas sobre la vida del soldado en campaña y de los enfrentamientos feroces entre franceses e ingleses, pues los españoles apenas si aparecen de refilón, es una mirada impresionante en lo que tiene de testimonio sobre la dureza y brutalidad a ras de suelo y de grado de una guerra decimonónica. El relato es llano y directo y corresponde a una mente simple y valerosa que acepta la guerra, con sus atroces escenas y penalidades sin cuento, como un hecho inevitable.
El valor de este relato, tan entretenido como dramático, es el de entregar sin tapujos el punto de vista del soldado raso y patriota. Este aspecto del orgullo patriótico es singular como documento y testimonio de la mentalidad de una época. La relación, por ejemplo, de la penosa retirada hacia La Coruña se convierte en un ejercicio de supervivencia hasta el límite de la vida. De hecho, es la moral de la supervivencia la que se impone a todo otro valor en un ejercicio espeluznante y ejemplar de realismo vital, lo que no empaña el compañerismo, el dolor y la compasión, pero siempre subordinados a la supervivencia.
En su conjunto, un cuadro vivo de escenas reales, convertido en historia y experiencia a la vez, ciertamente ejemplar.
JOSÉ MARÍA GUELBENZU
El País, Babelia, 6 de septiembre de 2008
HIMNO DE REDONDA
Himno Nacional de Redonda, compuesto por Leigh Henry (1949) y cantado por Nicholas Clapton (2001)
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