DONDE TODO HA SUCEDIDO
AL SALIR DEL CINE

Prólogo de Miguel Marías
Edición al cuidado de Inés Blanca y Reyes Pinzás
Galaxia Gutenberg/ Círculo de lectores. Barcelona
Primera edición: septiembre de 2005
Páginas: 281
ISBN Círculo de Lectores: 84-672-0962-3
ISBN Galaxia Gutenberg: 84-8109-513-3

 

En Donde todo ha sucedido. Al salir del cine se recogen los principales artículos sobre cine de Javier Marías aparecidos en Nosferatu, Nickel Odeon, El Semanal, El País y otras publicaciones, de 1992 a 2004. Centauros del desierto, de John Ford, Campanadas a medianoche, de Orson Welles, El fantasma y la señora Muir, de Mankiewicz, Con la muerte en los talones, de Alfred Hitchcock o Ed Wood, de Tim Burton son algunos de los clásicos inolvidables del celuloide que, a través de la hondura y fina percepción del escritor-cinéfilo, nos llegan con una nueva mirada.

“Cuando Javier Marías escribe sobre cine no es ni el novelista ni el ciudadano homónimo que publica “columnas” en prensa y comenta lo que sucede a su alrededor, sino un personaje intermedio, lo que de él permanece invariable desde que le conozco.

Sus escritos relacionados con el cine son esencialmente literarios, pero no se conforman con narrar de nuevo o desmenuzar los argumentos de las películas; Javier no es propiamente lo que hoy se considera un “crítico cinematográfico”, pero en cambio sabe muy bien que en el cine, como por lo demás en la literatura, no es tan importante lo que se cuenta, sino la manera de contarlo, de abordarlo y desarrollarlo.”

Del prólogo de Miguel Marías

Dedicatoria:
Para Guillermo Cabrera Infante,
en su alegre memoria de sombras



Índice

El arte de recordar, por Miguel Marías

Nota sobre la edición

DONDE TODO HA SUCEDIDO
AL SALIR DEL CINE

EL NOVELISTA QUE SE FUE AL CINE

Todos los días llegan (1995)

PELÍCULAS CON MÚSICA E INSOMNIO INCLUIDOS

Si no han visto el río (1997)
El Increíble Hombre Menguante (1993)
La imagen de la amistad (1995)
Un puñado de héroes (1995)
El fantasma y la señora Muir (1995)
Campanadas y viento y fantasma y muertos (1995)
Viento en las velas (1995)
Cuando nunca se olvidaba a nadie (1995)
De no haber nacido (1998)
Qué sería peor (2003)
Música en la retina (1996)
Pobres cantantes (1998)
Insomnio de cine (2000)

DOS MAESTROS Y DOS PARIENTES

El siglo de Ford (1995)
El pequeño Mr Welles (1999)
Jess el estupendo (1996)
El adelantado (1998)

ESTE DON TAN RARO

El amo sobrenatural del mundo (1994)
El hombre que parecía no querer nada (1996)
Suspiros terrenales (1996)
La penumbra de Dean Martin (1997)
Todos los actores muertos (1997)
Caballero engañado (2000)
Los que sólo desaparecen (2001)
Área púbica y humillación (2003)

EL BALÓN EN LA SALA

El estilo y los nombres (1992)
Grupos salvajes (1995)
El estrabismo de los semidioses (2002)

DE BUENA LEY

Ficciones bastardas (1994)
Y encima recochineo (1995)
La risa y la moral: una contrarréplica a Muñoz Molina (1995)
No todos los artistas son mamarrachos (1998)
Por qué detesto el teatro (2001)
Cruzado de brazos (2003)
La enfermedad de la desdicha (2003)
Empalago (2004)

LA RUEDA DEL MUNDO

La foto (1994)
Ficción y recuerdo (1995)
El efecto Apley (1995)
Frívolamente (1997)
El triunfo de la seriedad (1998)
Quisquillosas tribus (1999)
Los que ya no podrán verse (2000)
Territorio de Oklahoma (2000)
Que salgan ya Tintín y Bond (2001)

LA TENTACIÓN DE SALIRSE

Caso crítico (1995)
El novelista va al cine (1996)
El novelista se sale del cine (1996)
Los malditos detalles (1996)
El servilismo de la risa (1997)
La fiesta de los impostores (1998)
Al servicio de la pasta (1998)
Ídolos de la aberración (1999)
Amar al malo (2001)
Ni mérito ni misterio (2001)
¿Es usted el Santo Fantasma? (2001)
Por la felicidad de los lectores (2001)
Genios a merced de mindundis (2002)
Ignorante e idiota y desequilibrado (2002)
La que tan bien había amado (2003)
Como un mafioso (2004)
Entre la queja y la burla (2004)

Procedencias
Apéndice: Encuestas de Nickel Odeon


Nota sobre la edición

ELos sesenta y tres artículos reunidos en esta antología tienen como tema principal algún aspecto relacionado con el cine; conviene aclarar, por tanto, que no se han incluido otros textos del autor que, aunque contengan menciones a un cineasta, a una película o a un actor, tratan de un asunto específico de diferente índole. A la hora de establecer la ordenación temática nos hemos dejado guiar por la lectura de las propias piezas. Así llegamos a distribuirlas en ocho apartados o bloques, con la intención de proponerle al lector un juego de secuencias argumentales que, de paso, muestren las querencias, aficiones y preocupaciones del escritor Javier Marías.

[...]

Queremos dar las gracias a Miguel Marías por su magnífico prólogo y por sus siempre atinadas sugerencias. Para acabar, decir que ha sido un verdadero placer para nosotras irnos al cine con Javier Marías, placer que nos alegra compartir con usted, lector.


LAS EDITORAS

EL ARTE DE RECORDAR

Que tres miembros de una familia -el primero es nuestro padre, Julián Marías- hayan escrito sobre cine con cierta asiduidad puede hacer pensar que existe entre nuestros enfoques alguna semejanza o paralelismo, pese a que cada maestrillo tenga su librillo. En este caso, no creo que haya parentesco: el único punto común sería precisamente la ausencia, en los tres, de tal “manual”, y a cambio una compartida confianza en la utilidad de la observación atenta y en el ejercicio -simultáneo y posterior- de una actividad que siempre creí inevitable y constante, al menos despierto, hasta percatarme, con creciente inquietud, de lo poco que en general se practica. Me refiero, simplemente, a pensar.

El que piensa acerca de lo que ha contemplado lo recuerda, a menudo tan nítidamente que lo ve de nuevo, y no sólo una vez más, sino de otra manera. Con mayor libertad, porque al sustraerse al poder hipnótico del flujo imparable de las imágenes en una pantalla, y al “suspense” intrínseco de toda narración, lo puede mirar -aunque sea mentalmente- a otro ritmo, con holgura para establecer conexiones y asociaciones, para comparar y no quedarse encerrado -como les sucede cada vez más a muchos cineastas- dentro del propio cine. La realidad y las demás artes, narraciones antiguas o posteriores, otros momentos, visiones previas repartidas a lo largo de la propia biografía... arrojan nueva luz, casi sin proponérselo e incluso si uno se resiste a su asalto, sobre las películas, sean recientes (nuevas, al menos, para nosotros) o viejas conocidas de la infancia.

A la inquietud por personajes que tal vez nos importen o inspiren simpatía, por el desarrollo de la intriga, por la capacidad de los artífices de la película para sostener su ritmo y hacerla llegar a una conclusión satisfactoria, sin desfallecer o armarse un lío en el trayecto, se añade la que producen el reencuentro y la inspección – forzosamente crítica, se quiera o no - desde otra edad y circunstancia, con más experiencia, sin esa ingenuidad infantil o juvenil que tanto ayuda a activar la siempre conveniente “suspensión de la incredulidad” que graciosa e interesadamente concedemos a quien se dispone a obsequiarnos con una narración.

[...]


MIGUEL MARÍAS