viernes, octubre 26, 2007

Los escritores leen la cartilla a los Defensores del Pueblo


"Ustedes tienen que dejar de ser invisibles, tienen que reclamar más atribuciones" o "deben exigir poderes vinculantes". Éstas fueron algunas de las recomendaciones o exigencias que cuatro escritores -Luisa Etxenike, Javier Marías, Manuel Rivas y Carmen Riera-, moderados por Aítana Sánchez-Gijón, efectuaron ayer a los 13 Defensores del Pueblo de las diferentes autonomías. La requisitoria contra los responsables de los citados departamentos se llevó a término en Barcelona, durante un acto público celebrado con ocasión de las 22as Jornadas de Coordinación de Defensores que se han venido celebrando desde el lunes y que culminan hoy.

Ésta es la primera vez en la historia de la democracia española que los Defensores del Pueblo se someten de manera colegiada y pública a las críticas de los colectivos sociales. Ayer fueron los intelectuales. El día anterior habían sido criticados por responsables de organizaciones cívicas y sociales, entre las que se encontraban Cáritas, Cruz Roja, Andalucía Acoge y El Colegio de Abogados de Barcelona.

"Ustedes deberían de ser como el Cobrador del Frac o el Cobrador Torero, que todo el mundo se enterara de que están allí", recomendó con una nota de humor el escritor gallego Manuel Rivas. Pero, al margen de la ironía, Manuel Rivas afeó el comportamiento de los Defensores del Pueblo a los que acusó de no aparecer en momentos críticos. A modo de ejemplo citó la catástrofe del Prestige, el caso de las "vacas locas" o los incendios forestales.

El escritor Javier Marías se mostró, asimismo, despiadado y duro con los Defensores del Pueblo al afirmar que son "una figura oscura y decorativa". En su opinión, no hacen nada para frenar el poder exagerado de los municipios, que suelen actuar con toda impunidad y practican la política nefasta de los "hechos consumados". En la misma línea intervinieron la escritora mallorquina Carme Riera y la vasca Luisa Etxenike.

Sin embargo, en un gesto de benevolencia hacia los Defensores del Pueblo, los intelectuales acabaron reclamando en su nombre una campaña institucional que les permitiera ganar prestigio y publicidad en la sociedad. Los escritores sugirieron que esta campaña podría llevarse a término a través de la televisión, de la misma manera que se ha hecho en favor de otros organismos de la Administración.

Las sugerencias piadosas no lograron, sin embargo, mitigar la dureza de las críticas que habían sido proferidas en voz alta en el salón de actos de la torre Agbar de Barcelona, ante un auditorio formado por cerca de 200 personas. Algunos de los defensores optaron por reclamar el uso de la palabra y responder a las quejas alegando que, en definitiva, ellos formaban parte de una "Administración imperfecta" o que su labor debían hacerla con "discreción y sin publicidad" al margen de los medios de comunicación.

Por otra parte, los defensores de Cataluña, la Rioja, País Vasco, Andalucía y Galicia trataron ayer de coordinar, en nombre de sus departamentos, la política que ejercer ante los casos de "acoso escolar". Reclamaron la necesidad de solucionar este tipo de conflictos en el ámbito de lo privado y sin darle ningún tipo de publicidad.

FERRÁN SALES

El País
(Cataluña), 24 de octubre de 2007




Fotos enviadas por Guillermo

La Defensoría y su utilidad para los ciudadanos