Primeros lectores
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El beneplácito de Benet
Estos primeros lectores suelen ser, en general, parejas, familiares, agentes, editores, y, con frecuencia, escritores amigos. Es sabido, por ejemplo, que Javier Marías enviaba sus manuscritos a Juan Benet, desde que por mediación de un conocido común éste leyó y elogió Los dominios del lobo, su primera novela. «Siempre buscaba el beneplácito de Benet, su juicio era el que más me importaba, y leyó todos los libros que escribí hasta su muerte -rememora Marías-. Más que sugerir cambios, hablaba del libro en su conjunto, y a veces señalaba alguna palabra que no le gustaba; "cárdeno", recuerdo, en una ocasión, porque le sonaba taurino. En todo caso, si después de leer el libro a Benet le parecía bien, me daba por satisfecho.»
Los últimos libros de Marías recorren un curioso itinerario: una copia viaja hasta Venecia, donde la lee la profesora Elide Pittarello, y otra queda a cargo de la editora de Reino de Redonda, Carmen López Mercader. «La primera es una lectura más especializada; de hecho, Elide se ha convertido en una de las grandes especialista en lo que escribo, mientras que Carmen aporta otra visión más de lectora normal, menos técnica», explica.
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JESÚS MARCHAMALO
Abc de las artes y las letras, 27 de septiembre de 2008
El beneplácito de Benet
Estos primeros lectores suelen ser, en general, parejas, familiares, agentes, editores, y, con frecuencia, escritores amigos. Es sabido, por ejemplo, que Javier Marías enviaba sus manuscritos a Juan Benet, desde que por mediación de un conocido común éste leyó y elogió Los dominios del lobo, su primera novela. «Siempre buscaba el beneplácito de Benet, su juicio era el que más me importaba, y leyó todos los libros que escribí hasta su muerte -rememora Marías-. Más que sugerir cambios, hablaba del libro en su conjunto, y a veces señalaba alguna palabra que no le gustaba; "cárdeno", recuerdo, en una ocasión, porque le sonaba taurino. En todo caso, si después de leer el libro a Benet le parecía bien, me daba por satisfecho.»
Los últimos libros de Marías recorren un curioso itinerario: una copia viaja hasta Venecia, donde la lee la profesora Elide Pittarello, y otra queda a cargo de la editora de Reino de Redonda, Carmen López Mercader. «La primera es una lectura más especializada; de hecho, Elide se ha convertido en una de las grandes especialista en lo que escribo, mientras que Carmen aporta otra visión más de lectora normal, menos técnica», explica.
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JESÚS MARCHAMALO
Abc de las artes y las letras, 27 de septiembre de 2008
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